Dos mujeres que habitan lo humano de la espera, su forma, su estructura y sus límites. Un objeto cotidiano que les organiza los modos de actuar en un espacio inusual que desarticula su función, su uso correcto y eficaz. Cuerpos frágiles a pesar de sus músculos, inestables a pesar de equilibrarse sobre otro cuerpo y sobre un objeto suspendido a varios metros de altura. Cuerpos que por más humanos que devengan, conservan sus rasgos animales que pulsan por salir, y son contenidos, y pulsan, y son contenidos, y así. Y allí queda resistir la tentación de fundirse, la ilusión de volver a la unidad, la confusión con la masa. En todo caso: acto de feliz regresión que no está exento de violencia en la animalidad que disuelve lo humano. La tecnificación del cuerpo acrobático ¿avanza? hacia su desarme, hacia su desarticulación como sustancia estable y divisa. Pura técnica o su olvido… ¿qué caminos nos quedan entre ambos polos que suelen convertirse en estereotipos de lo corporal?

SOBRE LA OBRA

El proyecto parte de la idea de fragilidad. Esta idea se materializa, paradójicamente, en el lenguaje de la acrobacia circense: un espacio que se caracteriza por el control minucioso de las técnicas del cuerpo, en donde cada acción debe estar milimétricamente controlada para que el riesgo sea solo parte del imaginario del espectador y no un estado presente en el acróbata.

Es un espacio en donde la fragilidad representa un estorbo y tiende a ser evitada, o al menos minimizada. En este proceso creativo nos adentramos en una búsqueda por abordar esta tensión que se nos presenta entre control/ descontrol, orden/caos, sujeción/ libertad, animalidad/ civilización, riesgo/ seguridad, a la que toda experiencia humana está expuesta.

Nos moviliza a buscar las fisuras de los gestos acrobáticos, las ranuras que se abren para salir de los gestos estereotipados, de las figuras estabilizadas, para, -sin dejar de jugar con los parámetros de la inversión, la altura, los saltos y los equilibrios-, encontrar nuevas formas de movimientos no previsibles para los códigos acrobáticos tradicionales. La obra propone 2 bailarinas-acróbatas en escena. El espacio se compone además por un banco-hamaca que mediante un mecanismo de roldanas irá descendiendo al suelo a medida que avanza la obra. Se trata de un objeto no convencional para la realización de acrobacia-danza aérea, en coherencia con el planteo de la obra de no remitir a las técnicas más conocidas y por lo tanto tampoco a los objetos/elementos tradicionales del circo.

El proyecto está dirigido a un público amplio. No presenta restricciones en cuanto a edad. De todas formas no se trata de un espectáculo de circo dirigido a un público infantil.

FICHA TÉCNICA

  • Idea y creación: Virginia Alonso, Leticia Corvo y Lucía Mato
  • Dirección: Virginia Alonso
  • En escena: Leticia Corvo y Lucía Mato
  • Diseño sonoro y composición musical: Aníbal Pereda y Gonzalo Durán
  • Diseño de iluminación: Irene Willat y Valentina Pérez
  • Diseño de escenografía e instalación de elementos aéreos y seguridad: Marcelo Patiño
  • Fotos: Gabriel Rousserie
  • Realización audiovisual: Agustina Willat