Desde los inicios en El Picadero nos planteamos como objetivo trabajar para dar crecimiento al circo desde sus variadas modalidades; la creación de espectáculos de circo es sin duda uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan los artistas locales.
Es por esto que El Picadero pone a disposición sus instalaciones e infraestructura para que compañías y colectivos puedan desarrollar sus creaciones sin que la falta de espacio o de herramientas necesarias sean una condicionante en el proceso de investigación.
Esto ha contribuido en la formación y desarrollo profesional tanto de artistas como de técnicos y gestores vinculados al circo contemporáneo.
Dos mujeres que habitan lo humano de la espera, su forma, su estructura y sus límites. Un objeto cotidiano que les organiza los modos de actuar en un espacio inusual que desarticula su función, su uso correcto y eficaz. Cuerpos frágiles a pesar de sus músculos, inestables a pesar de equilibrarse sobre otro cuerpo y sobre un objeto suspendido a varios metros de altura.
Emilio es cantautor, guitarrista, violinista y telista. Tiene mucho para decir pero no sabe cómo. Hace muchas cosas, quiere hacerlas todas al mismo tiempo y sus buenas intenciones se chocan con su torpeza. Se siente víctima de sus propias elecciones como si fueran ajenas. Esquiva la soledad pero el encuentro con los demás le genera dudas.